martes, 13 de mayo de 2008

Por la Viena imperial a base de arenques en aceite, capuccinos de nata y baladas niponas
























































































































































































































Desde que tuve la suerte de pasar allí el mes de julio de 1993 al completo, Viena es mi ciudad favorita, aunque para vivir prefiera esta Murcia de nuestras entretelas...Desde la Iglesia de San Carlos Borromeo (pinchad en las fotos, que son espléndidas), pasando por el Edificio de la Secesión con su fascinante cúpula de hojas doradas o el Antiguo Belvedere, donde está expuesto el famosísimo cuadro 'El Beso' de Gustav Klimt, la urbe nos ofrece todo tipo de maravillosos escenarios para disfrutar a tope de la vida, gracias a una benigna climatología estival que lanza a sus habitantes y a legiones de turistas a disfrutar de sus inigualables calles, parques, templos, edificios y plazas.
Rendido como estaba, desde nada más llegar, a los elementos urbanísticos y arquitectónicos de la antigua capital imperial, fui atrapado para siempre por dos de las joyas gastronómicas de las muchas que ofrece la rutilante urbe centroeuropea. La primera es absolutamente imposible de comer en España, y consiste en filetes frescos de arenque conservados en aceite de oliva. Una delicatessen que yo me compraba casi a diario en una selecta tienda junto a mi residencia, y que me comía en forma de sandwiches acompañados por rodajas de esos huevos duros que también me compraba en ese mismo establecimiento. La increible untuosidad del arenque prácticamente crudo, es lo que le otorgaba un sabor similar al sashimi de ventresca de atún, merced a su capa de grasa y a una textura de lo más mantequillosa. Se diría que estos arenques son algo así como el cerdo ibérico de los mares, criados a base de sagitas y demás zooplancton en lugar de bellotas. En España (y por supuesto en Murcia, aunque tampoco sea fácil) es posible obtener arenque ahumado o conservado en vinagre y sal (nada que ver en sabor y textura...), pero no hay manera de traer hasta aquí esos perecederos y jugosísimos arenques (para los que tampoco habría mucho mercado, dada la falta de tradición en nuestra tierra para su consumo) que se reservan para las naciones ribereñas del Báltico u otras tan próximas como Austria.
La otra conquista vino de la mano del einspänner, que es como allí llaman a una variedad del conocido café capuccino que se colmata hasta arriba con un buen pegotón de nata montada, densa como la espuma de afeitar. En Viena es tradición servir estos cafés acompañados con un vasito de agua para que el cliente se quite el regusto o la sequedad de la boca una vez consumidos. Yo, que sólo bebo este oscuro brebaje cuando trabajo, me tomaba en Viena dos o tres einspänner por semana, que, junto con un buen trozo de deliciosa tarta (sacher o appfelstrudel), costaba la friolera de 1.000 pelas del año 93...una locura que merecía la pena, porque estar en Viena y no disfrutar de sus encantos es no vivir realmente la ciudad...
Fue ése un verano marcado por la buena música, pues no en vano de allí me traje para La Manga dos cancioncillas recién editadas y que aún estaban por llegar a España, y que son parte esencial de la banda sonora de mi vida, el 'I wish I were Blind' de Bruce Springsteen (post del 14 de marzo) y el 'Forever' de los Kiss (en el blog desde el 1 de mayo). Pero aún me quedaba otra sorpresa por descubrir en la capital austríaca. En mi clase de alemán había dos japonesitas muy tímidas que apenas hablaban con el resto de compañeros. Casi no se integraban con los demás, y mientras la gran mayoría montábamos excursiones, cenas y planes de marcha para la tarde-noche, ellas sólo hacían estudiar, encerradas en su habitación, que abandonaban exclusivamente para pasear por los fantásticos parques de la ciudad o ir a los conciertos de música clásica al aire libre frente al ayuntamiento. Así estuvieron durante las tres primeras semanas, hasta que, un día de la cuarta, al oirnos hablar a algunos compañeros de clase de lo bien que lo pasábamos en las discotecas por las noches, se armaron de valor, y, con toda la cortesía y la mayor timidez del mundo, se me acercaron a preguntarme si yo creía que ellas también se lo pasarían bien así, y que, en caso de que mi respuesta fuera afirmativa, si se podían venir con nosotros.
En realidad, yo era el compañero en el que más confiaban, y con el que más hablaban, cómo no, sobre el Japón. Así fue cómo descubrí al grupo Princess-Princess, una banda de chicas que eran el equivalente a The Bangles, pero en versión nipona, y que arrasaban en su país con un estilo mezcla de Bon Jovi y Van Halen con el de Prince, Madonna o incluso Olivia Newton-John...Su disco de 'Grandes éxitos 1987-1992' (cuya casette cuidaban las dos japonesitas como si les fuera la vida en ello) era uno de los más vendidos del año, gracias a una superbalada llamada 'M' http://es.youtube.com/watch?v=ifx5CeNpt5Y , de la que pronto me hice adepto al oírsela en su walkman a mis dos amigas asiáticas.
Finalmente llegó la jornada en que las japonesitas se nos unieron en nuestros planes de marcha nocturna, cena incluida. Según transcurría la velada, iban ganado confianza con todos los campañeros y se lo pasaban mejor, hasta que llegó la hora de ir a la discoteca, donde entraron ellas tan contentas.
Entonces, y tras un buen rato bailando con todo el grupo, ocurrió lo inesperado. Nosotros no lo sabíamos, pero todos los últimos jueves de cada mes tenía lugar en el local lo que eufemísticamente se llamaba 'espectáculo especial'. Sopresivamente, la música se paró en seco, se encendieron las luces, y sobre el escenario de la disco apareció un bigotudo (por decir algo) ataviado con unas ropas anchotas y degarbadas, y cubierto con un sombrero mexicano...que le daba la completa apariencia de ser u payaso. Mi amigas asiáticas, encantadas con esta novedad que parecía anunciar a continuación una inocente actuación de payasos o ilusionistas no dejaban de aplaudir, aunque pronto cambiaron la expresión de sus rostros, pasando de la cándida sorpresa a la de incredulidad, antes de girarse invadidas por la vergüenza más absoluta...y es que lo que parecía ser un desgarbado mexicano, no era sino una stripper tremebunda, que, en apenas dos minutos, se había quedado en pelote, dejando a un lado todas sus prendas, bigote incluido.
Sobra decir que, mientras todo el mundo disfrutaba más o menos del carnal espectáculo, las dos pobres japonesas, al borde del ataque de nervios, eran las únicas personas del local que miraban en dirección opuesta al escenario....Pese a lo incómodo de la situación, tras mucho hablar con ellas, pedirles perdón y recalcarles una y mil veces que yo no sabía nada, y que eso no había sido un truco para reírme de ellas o quien sabe si intentar alguna otra empresa no demasiado casta, creyeron en mi palabra y recuperaron su confianza en mí.
Al día siguiente, el último que habríamos de compartir todos juntos, se me acercaron al llegar a clase y me regalaron, como gran muestra de afecto, un pañuelo de seda negro con motivos tradicionales japoneses bordados y lo que, hasta entonces constituía su mayor tesoro, la casette con las canciones de Princess-Princess mientras me cantaban al alimón 'M', como testimonio de nuestra gran amistad y para que siempre me acordara de ellas. A los pocos meses de regresar a España, perdimos definitivamente el contacto, y todavía a veces, cuando escucho la dulce voz de Kaori Okui interpretando ese pedazo de baladón tan querido para mí, me pregunto qué habrá sido de aquellas encantadoras y timoratas japonesitas de alma generosa, de quienes guardo tan entrañable recuerdo y en cuya memoria he escrito con todo mi cariño el post que aquí concluye.

Las fotos de Viena y el Danubio al anochecer son obra de Views-of-life, y la vista vespertina de la ciudad es cosa de Othmar Rabensteiner, y podéis encontrarlas en FOTOCOMMUNITY (www.fotocommunity.es)

20 comentarios:

Antonio Rentero dijo...

Ooooohhhh, pero qué historia tan bonita... casi parece uno de mis relatos!!!

Me ha emocionado esa imágen mental que he creado de las niponas regalándote el pañuelo y el cassette y cantándote a duo la canción... debió ser un momento mágico, y seguro que cuando lo recuerdas tienes en el rostro una sonrisilla tierna y algo triste.

Afuerparte, te juro que la pespectiva de mezclar arenques en aceite con huevo duro y un café, por muy vienés que sea, al principio me ha hecho pensar en lo peor, pero si un día voy por aquellos lares prometo intentarlo.

sushi de anguila dijo...

Pues sí, da algo de penica recordar aquellos tiempos, más que nada por la ingenuidad, la amistad y el buen rollito con que vivimos aquellos tiempos...lo del pañuelo y la cinta fue un sorpresón inesperado (yo creía que estaban cabreadas por lo de la discoteca), y esos son los regalos que más gustan...si no hay quien entienda a las mujeres de aquí, imagínate a las de allí, que manejan otros códigos radicalmente distintos jajajaja...

Yo te digo que esos arenques crudos apenas macerados en aceite de oliva, de textura similar al mejor jamón ibérico, tan mantequillosos, sobre un buen pan y rematado con láminas de huevo duro (amén de otros complementos como podrán ser rodajas de tomate raf y de queso de Burgos o mozzarella de búfala) configura un bocata/sandwich inigualable por su textura y sabor.

Y de postre, junto al delicioso einspänner, un cacho de appfelstrudel con sus pasitas, su sabor a canela y su crujiente masa rellena de manzana o una buena ración de tarta sacher original (la que hacen en el mismísimo hotel Sacher de Viena) rellena de bizcocho y mermelada de fresa y con esa gruesa capa de chocolate negro que se resquebraja al meterle la cuchara como la superficie de un lago helado cuando llega el deshielo... ñam, ñam..me estoy poniendo MALÍSIMO...Este es mi experiencia gastronómica (adornada por las travesuras de la memoria) que más se aproxima al megaplacer que tú debes sentir cuando te zampas una de tus superhamburguesas (¡qué pinta!) de Alfredo's Barbacoa en la calle Lagasca de Madrid...

¡Hay que ir más a Viena!

Minúscula Martínez dijo...

Ufff....

A mi, no me gusto nada....aunque también es verdad que no me encontré con las japonesas.

Con el café, son unos maniáticos: los pido largos de agua y con hielo. Les parecia sacrilegio...

Pero el relato...fantastico. He vuelto a Viena por un rato.


B x C

(La ultima vez q entre, tenias una ardilla y fotos de Carmen Morales: estaba convencida de que no actualizabas)

Conch dijo...

Me podrías haber dedicado a mí el post, amigo!! Que me voy a Viena este verano! Bueno, gracias por las fotillos, tomo nota de los consejos… El Apfelstrudel, especialmente acompañado de una bola de helado de vainilla es uno de mis postres favoritos. (Aquí Conch babeando cual perro de Pavlov)
Mi primera experiencia japonesa (probar el sushi y poco más, a ver que os pensabais) fue en Munich… entre países de habla germana anda la cosa, se ve.
Sólo una cosa (aquí la quisquillosa puteando como siempre): los sustantivos en alemán se escriben con mayúscula, corazón…
(Imposible acceder a achopijo y con una conexión de mierda en Yecla pa no variar, le he mandao un email a Yayo al final. Habemus Guille!)

sushi de anguila dijo...

Ya lo sé, cuore mío, pero me parecía demasié prepotente llenarlo todo de mayúsculas...en fin, normas de estilo del posteador...lo misno hago muchas veces con los títulos de las canciones en inglés y no dices ni pío...pero el caso es zurrarle al sushi (con minúcula), que bien merecido se lo tiene por sus pecados pasados, presentes y futuros...jajajajaj

No tenía ni idea de tu viaje Viena...pero siempre hay anécdotas y espacio para dedicarte varios post más...ME MUERO DE LA ENVIDIA...

Ya te diré cuatro o cinco sitios a los que ir...vete preparando la cartera y la máquina de fotos...

Conch dijo...

Lo de mi viaje a Praga-Viena-Budapest te lo he dicho varias veces en las ultimas 2 semanas!! No me escuchas! Ibas borracho! Jajaja. Me encanta este rollito Luz de luna...

sushi de anguila dijo...

Mejor digamos que estaba saboreando plenamente la cerveza....que esto también lo leen las altas instancias...Maddie HAYES...
Anyway, ya te diré qué sitios merece la pena visitar en las tres ciudades, y tú luego haces lo que te de la real gana....besos

http://www.youtube.com/watch?v=KBehKMvSKjY&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=bGUQRsucOkA

Por cierto, siempre he estado enamorado de Cybill Shepherd, desde que rodó 'The Last Picture Show' con apenas 21 añitos....

Antonio Rentero dijo...

Te iba a decir "ya somos dos" pero dado lo GUAPÍSIMA que salía en esa peli crepuscular y melancólica, pongamos dos millones de enamorados...

sushi de anguila dijo...

Maese Rentero, tú si que sabes....dos millones casi que me parecen pocos...esa peli se estrena en China y La India y hubiéramos tenido a medio planeta babeando...siempre he tenido una INSANA ENVIDIA a Peter Bogdanovich (la Shepherd, las dos hermanas Stratten...y las que no se conocen...)

Maghenta, al final sucumbí al embrujo de los blogs, y me puse, con más voluntad que acierto, a meterle contenido...si te gusta, mejor que mejor. Eso sí....para cometer esos sacrilegios cafeteros (es broooomaaa, jajajaja), mejor tomarse un Einspänner, aunque imagino que a los más amantes de la cafeína este tipo de combinaciones os parece más el dulce de una bollería que un café propiamente dicho. Besazo, y disfruta de tu estancia en Murcialand...

CROCKETT dijo...

Estimado SUSHI o CHINO o FELIPE (GONZALEZ) por fin muestras tu verdadero pelaje, tio SALIOOO!!! Empiezas por la geografía, sigues con la gastronomía, y siempre acabas con las ninfas. Me mola, aunque nunca me habías contado el episodio de las niponas. No reniegues de tu corrupción, porque siempre has tenido querencia a los despelotes en público o ¿no te acuerdas de aquella noche en el Bohemian de Banús en la que a punto estuviste de sacar tus chapas a la luz pública? Sigue así, pero profundiza en los culos de las payas del pañuelo y la cassette.

sushi de anguila dijo...

Francamente, Crockett, hay poco que profundizar...dos recatadas y nada espectaculares japonesitas (siendo cortés), pero no todo en esta vida, afortunadamente, reside en el aspecto exterior...

A mí, mientras me cantaban al alimón el temazo de Princess-Princess con tanto cariño, me parecieron las chicas más preciosas sobre la faz de la tierra, haciendo verdad eso de que la cara es el espejo del alma....Rick e Ilsa tenían 'As Time Goes By'y París, y a nosotros tres siempre nos quedarán 'M' y Viena...

Hoy he vuelto a tocar el pañuelo, y 15 años después sigue envuelto en su envase de celofán, sin abrir...intacto...

En cuanto a lo de la discoteca de Banús, te recuerdo que el que no quiso caer en las manos de la stripper de la pitón y se negó a quitarse la camisa, fui yo mismo...no va con mi carácter ese tipo de numeritos exhibicionistas...

Anónimo dijo...

No quisiera yo inteponerme entre la dulce sweet little mystery Conch y el ébrio anguila, que para eso eres mas escurridizo que un hurón. Ahora de enrollao y cuando jala tres rubias estilizadas verdes pierde la cabeza por qualsegor cosa que se parezca a un querubin angelical y ronde los 20 años y no lo digo por la jennifer, que no quisiera yo ser el germen de la discordia....

Yo la única Vienna que conozco es esta:

http://www.youtube.com/watch?v=X3OaIsqtG64

Murcia tiene su encanto decadente y tendencioso, pero compararla con Viena........este hombre de mundo que es el sushidicho anguila sabrá por que lo dice.

Las asiáticas no son mi cup of tea, aunque reconozco que el far east es un territorio por descubrir, no tan fertil como la vinícola Yecla, pero mas avanzado tegnologicamente.

Crokett estuvo al quite, las chapas son para mostrarlas o tocarlas, elígase el momento y la ocasión, que como dice el refrán la pinta calva.

Ventimiglia dijo...

Yo confieso (título por cierto de una genial película de Hitchcock)que no he estado en Viena. Y no porque mi legítima no insista, que es el viaje pendiente que quiere, pero las cosas se ponen complicadas.

Eso sí, lo que nunca podré llegar a hacer será esa fusión cultural (curiosamente siempre inclinada a lo japonés) del simpar pensador. Y además yo sí hubiera tratado de liarme con las dos japonesas (juntas) tras el strip.

:)

Conch dijo...

A lo que me gustaba de Maddie Hayes era su pelo... que melena!

Buenos dias, me pongo a estudiar YA!

sushi de anguila dijo...

Ventimiglia, de ir a Viena, cosa que os recomiendo furibundamente, elegid julio o agosto. Calor y bochorno, pero se disfruta a tope la ciudad, con muchas actividades al aire libre, como los conciertos nocturnos y un montón de excursiones en lugares, que, con un poco más de frío o lluvia, son francamente desagradables para los frioleros murcianicos.

Las dos japonesas, en lo físico, no tienen nada que ver ni con las chicas del grupo Princess Princess, ni, por supuesto, con MISA UEHARA, la mayor belleza que nunca vieran las pantallas del cine nipón, y que, lamentablemente, tan poco se prodigó...SIEMPRE AMAREMOS A LA MANDONA, ORGULLOSA Y PRECIOSA PRINCESA YUKI...(anuncio post inminente!)

De Maddie Hayes, Conch, me gustaba todo, hasta su forma de ser de pija malcriada...creo que es la única mujer que, comportándose así, me ha parecido superseductora...'Luz de luna' sólo fueron 38 capítulos (más o menos 3 temporadas de 'Los Serrano', pero que te marcan indeleblemente para el resto de tu vida...algo así como el 'Sexo en Nueva York' de su época...suerte, ánimo y paciencia con el estudio...

Brian, una cosa es que Viena sea mi ciudad favorita, entre otros motivos porque, siendo una preciosidad, es humanamente vivible, de un tamaño asumible y no un megamosntruo en el que te pierdes...

En cuanto a mis chapas, ya sabéis todos de buena tinta, que tengo para dar y regalar...

Anónimo dijo...

Ich bin in Wien auch gewesen!!Aber ich war nur 16 Jahre alt dann und sogar es gab die Schillinge! (lo siento,a veces me gusta desmarcarme con mi alemán en desuso).
Yo visité Viena en el primer año de lo que llamo mi "época alemana" entre los 16 y los 25 años,porque iba con mucha frecuencia por esos lares.Sólo estuvimos 2 días pero me marcó su esencia de arte y arquitectura imperialista.Su ayuntamiento neogótico,el Palacio Imperial,la Ópera,el Prater (y su emblemática noria por aquel entonces la mas antigua y grande Europa creo recordar),y la casa Hudertwassert muy de la línea de Klimt al que por entonces no conocía...Pero qué te voy a contar ya de Klimt,verdad Sushi?
Gastronómicamente hablando me quedo con el Apfelsäure (zumo de manzana y agua con gas) que no paramos de beber para quitarnos la sed.Cuando llegamos a España aún estuvimos enganchados unos meses.

De "Luz de Luna" me gusta todo.Me enamoré de esa serie y me tragué todos los capítulos.Bruce Willis estaba impresionante con esa ironía chulesca de la que aún vive en sus pelis y la Shepherd monísima (hay que ver lo que se ha estropeado esa mujer).Pero con lo que me quedo es con su banda sonora.La cancion de cabecera de Al Jarreau aun me estremece cuando la oigo... "Moonlighting strangers
Who just met on the way..."

Por último observo que la Cobra y el de "Miami Vice" intentan con afan sacarte los colores...sin mucho éxito "peaceful man" :-)

sushi de anguila dijo...

No creas, Pale Blonde, que, al escribir estos ripios, había olvidado tu vocación vienesa, ni tu amor compartido conmigo por Klimt...ya veo que la capital austriaca despierta en cada uno de sus visitantes nuevas apetencias gastronómicas y bebedoras...en mi caso arenques frescos en aceite, en el tuyo, zomo de manzana gasificado...

De 'Luz de luna', para qué hablar...Una de esas series que te marcan en plena adolescencia (se estrenó mientras yo hacía COU...TÚ LA VISTE CON 7 AÑITOS, YOGURÍN). Doña Sibila Shepherd está ya muy mayor y regordeta, pero creo que lleva sus 58 tacazos bastante bien...y no hay que olvidar que fue el ligue más precioso del mismísimo rey Elvis con tan solo 19 añitos...Por supuesto, la banda sonora es memorable, hasta cuando canta Bruce....

http://es.youtube.com/watch?v=GKtt5oeKa8w

En cuanto a Crockett y el Anaconda, están controlados,...que sólo quieren pasar un buen ratico dándome caña los muy tocapies...Un besico, rubia

Anónimo dijo...

Es que yo con 7 años veia la tele bastante mas que ahora y "Luz de Luna" era de esas series que en mi casa consideraban "que podíamos ver"...No sé muy bien todavía el por qué.

Conch dijo...

Pale y yo eramos mayores de 7 años, minimo 9... Lo se porque asocio "Luz de Luna" a las primeras pizzas congeladas... Lo cual para vosotros no tiene sentido pero... Una historia muy larga... jajaja.

Buenos dias, ya es finde y estoy en Murcia!

Anónimo dijo...

Ummm, no sé a mí que la historia esta del bigotudo mexicano, que luego era una chica espectacular,.. no sé no sé, .. "espectáculo especial"... no será el agradable sueño de una noche de verano de nuestro anfitirión "Sushi de Toro"?,...
Y que yo recuerde,... trajiste sí, "I wish i were blind when I see you...", pero además trajiste "Pony Boy" del mateix Bruce, de la cual decías que estaba a la altura de las mejores canciones de la historia, en resumen "obra maestra".
Por cierto, en cuanto al surtido de fotos en general del blog de "Sushi de Vieira", bastante bien, y veo que con tendencia a mejorar, y las de Viena, la verdad que muy bonitas.
Un saludo Payne.