miércoles, 27 de abril de 2011

De aquellas bodas vienen estos trofeos...









































































































































































































































































































































































































































































































































































































































En vísperas de una nueva Boda Real en el Reino Unido, recuerdo con cierta nostalgia que la última vez que se produjo tan regio acontecimiento, el mes de julio de hace ahora justo 30 años, yo era un imberbe alumno de un conocido colegio hispanobritánico ubicado en la histórica localidad de Hastings, que intentaba perfeccionar de la mejor manera sus no muy abundantes conocimientos sobre la cautivadora lengua de Shakespeare… Entonces me parecía realmente justificada la euforia imperante entre la gente; un júbilo que lo impregnaba todo, allí donde fueras… El carismático príncipe Carlos (Felipe Arturo Jorge- y como Jorge VII ha anunciado que espera reinar-), que nunca tuvo por estos lares demasiada buena prensa, por fin ponía fin a su soltería y a su indisimulada carrera de play boy internacional a sus 33 añazos, que entonces parecía una edad provecta para el casorio de un heredero real pero que hoy tal vez le parecería demasiado precoz a nuestro Príncipe de Asturias, que pasó por el altar con 36 tacos, nada menos…



La elegida para llenar de herederos la línea sucesoria británica nos encantaba a todos… la dulcemente tímida y adorable (eso nos parecía entonces) belleza de una joven de apenas 19 añicos, Lady Diana Frances Spencer, profesora de guardería, cuya primera imagen pública nos epató tanto por su modelito santurrón a lo ‘Sonrisas y lágrimas’ como por su innovador y osado-para una futura princesa- corte de pelo. Recuerdo que me sorprendió entonces muchísimo la cornucopia de merchandising oficial relacionado con tan egregia boda: platos, copas, tazas, camisetas, postales, cuadros, sellos… una parafernalia de la que siempre me llamaron mucho la atención esas tazorras de dos asas que yo veía un mamotreto poco práctico… ¿Y para qué sirven esos tazonacos?¿Para meterte cafetazos o ponches de órdago entre pecho y espalda?¿Realmente es algo romántico?¿Es un perverso invento para hacerle la competencia a los incalificables artefactos que difunde la autotitulada Galería del Coleccionista?¿Qué tienen que ver con una boda semejantes piezas de la vajilla? Pues, en realidad, mucho más de lo que parece...



Pero volvamos a los grandes protagonistas del acontecimiento marital del año... al enlace de los nuevos duques de Cambridge... y a esa sobria invitación en nombre de la actual monarca, Isabel II, que da la bienvenida al lector son un escueto: "El Lord Chambelán es mandado por la Reina a invitar al enlace matrimonial de Su Alteza Real el Príncipe Guillermo de Gales, Caballero de la Orden de la Jarretera, con la señorita Catalina Middleton, en la Abadía de Westminster, el viernes 29 de abril de 2011, a las 11:00 horas". En cuanto a cómo debían vestir los invitados, la indicación era de una claridad intachable, sin lugar a error o malas interpretaciones (lástima que no especificase nada sobre tocados y sombreros, que hubieran evitado algunas propuestas dignas de un guiñol para niños, aunque bien es cierto que nos habría privado de algunas imágenes memorables por horteras y ridículas): "Uniforme, chaqué y vestido corto (para ellas)".

En realidad, estas tazas de dos (o más) asas, insustituibles e imprescindibles en cualquier vajilla dedicada a los principescos novios, conocidas popularmente como 'Loving Cups', responden a una tradición que se remonta a muchos siglos atrás, y que, de una manera tan enrevesada como fascinante, pone en relación directa a las bodas reales británicas con la cultura micénica de la Edad del Bronce, hace la friolera de unos 3.300 años atrás en el tiempo, que para la gente se oriente, se corresponde con los hechos que se nos narran en la Guerra de Troya, si es que ésta dejó de ser una mera creación literaria partiendo de la tradición oral para adquirir rango de verdad histórica con todas las letras.... así que... qué tienen en común Menelao, Helena, Paris, Guillermo y Catalina???????? Pues la vasija, recipiente o pieza de cerámica con la que sellan simbólicamente su amor... esa taza de doble asa, que además de un objeto de marketing, sin duda muy decorativo en cualquier aparador, con el que conmemorar fecha tan señalada, es el descendiente directo, treinta y tres siglos después, del kylix micénico (fotos 16 y 17), esa elegante copa con dos asas laterales y un largo pie, decorada con motivos oscuros sobre fondo claro... una muestra del refinamiento palaciego que caracterizaba a la cultura de los aqueos en su máximo esplendor...



Dado que estas copas desempeñaban un papel protagonista en muchos ritos religiosos y públicos, y teniendo en cuenta que, según las escasas fuentes escritas en forma de tablillas en alfabeto lineal-B que conocemos del mundo micénico, ese 'wánax' que coronaba su estructura social desempeñaba a la vez las funciones de rey y sumo sacerdote de cada reino, no sería extraño que, de haberse producido en la vida real, las legendarias bodas de la bella Helena con Menelao, con Paris y con el hermano de éste, Deífobo, se hubieran empleado estas copas para efectuar las libaciones rituales (que tanto tienen que ver con nuestra eucaristía cristiana, por otra parte) propias de la ceremonia ritual....



Fuera así o no, el kylix micénico siguió evolucionando con el paso de los siglos hasta convertirse en un instrumento más práctico y familiar, y menos sutuario en su aspecto... así, a partir del siglo VI a.C. se impone una tipología más adecuada para los actos sociales y familiares protagonizados por la aristocracia y los ciudadanos libres de las poleis griegas... el kylix clásico (fotos 18-20) , tal y como lo conocemos, una copa más pequeña y mucho más ancha, hermosamente decorada con figuras y otros motivos antropomórficos, pero que conserva sus dos asas para cumplir mejor su función, que no es otra que la de pasar el recipiente y su exquisito contenido de un comensal a otro, de una forma cómoda y 'segura', ya que, mientras ase con su mano la copa, la persona a quien se la ofrece no puede empuñar su espada, daga o arma de mano alguna...



Precisamente a esta función como garantía de seguridad se debe la permanencia, con el paso de los siglos de estos aparatosos recipientes para los brindis en ceremonias, tratados, reuniones familiares (a veces más peligrosas que una guerra como tal), conmemoraciones o fiestas, para los que la existencia de varias asas en la vasija de turno era fundamental. Se evitarían así casos como el del pobre rey de Inglaterra Eduardo II el Mártir, soberano sajón que fue asesinado por su madrastra Elfrida - segunda mujer de su padre, el rey Edgar I- de manera traicionera, cuando, en plena cacería en sus tierras de ésta, a las que había acudido el confiado monarca para visitar a su hermanastro Ethelred, la pérfida anfitriona le ofreció para beber un copazo de hidromiel , el Veuve Clicquot de la época, de acuerdo a la tradición y dado su gran tamaño, sólo podía ser sostenida a dos manos para llevarla hasta los labios. Mientras el bueno de Eduardo enjugaba su sed, un soldado del séquito de Elfrida -o muy probablemente ella misma- clavó una daga en la espalda del confiado Eduardo, causándole la muerte poco después (también se cuenta otra versión, más truculenta, según la cual, el apuñalado rey fue arrastrado por su desbocado caballo presa del pánico tras todo el jaleo que se montó, dejando al pobre Eduardo hecho un auténtico guiñapo). La arribista regicida consiguió así que el trono recayera en manos del todavía niño Ethelred, de sólo 10 años de edad, que pasaría a la posteridad en las fuentes castellanas como El Indeciso (el The Unready de las fuentes inglesas me parece un término más certero) dada la precocidad y falta de experiencia con que asumió la corona.



Desde entonces, en las solemnes ceremonias sajonas y banquetes donde se imponía alzar la gran copa, la prevención aconsejaba que sólo se levantara el recipiente si previamente la persona que había sentada al lado del que brindaba se levantara a su lado con la espada desenvainada a modo de simbólica -y efectiva- protección.



Casos tan dramáticos como el del buen Eduardo II, que sólo duró tres años en el trono, provocaron que, al menos en las islas británicas, se fuera extendiendo la idea de que resultaba más práctico retomar fórmulas clásicas y volver a lo de las dos o tres asas en las copas para hacer su empleo más seguro. Así alcanzó gran predicamento el tyg o tyge, un recipiente generalemente de cerámica con dos o tres asas, cuyo nombre deriva del término sajón tygel (‘objeto de barro’), la misma raíz que dio lugar a la palabra inglesa ‘tile’ (teja/azulejo/baldosa). En tierras escocesas también proliferó entonces con éxito el quaich (foto 21), del celta 'cuach'= copa, un tosco recipiente en forma de gran cuenco, muchas veces de madera, pero que contaba con unas pequeñas asas a modo de prácticos muñones que facilitaban el pasarlo de unos a otros sin tanto riesgo como los copones mondos y lirondos.



Pero sin duda fue a partir del siglo XVI que las cada vez más populares ‘Loving Cups’ comenzaron a definir su tipología como jarrones o jarritas de dos o tres asas elaborados, en el mejor de los casos, en metales preciosos como la plata o (más raramente) el oro, y con tapas para proteger su contenido, aunque lógicamente predominaban los ejemplares de cerámica, como ese de 1642 (foto 22) contemporáneo en el tiempo a esa espectacular filigrana de plata con tapa (foto 23) de tiempos de la Guerra Civil Inglesa. Ante la popularidad que van adquiriendo las 'Loving cups', es en el siglo XVIII cuando incorporan diseños y materiales más refinados, como el cristal grabado, dando lugar a la evolución definitiva del recipiente que, desde mediados del siglo XIX, y dado el gran apego de la sociedad victoriana a los deportes, comenzó a emplearse como el instrumento con que no sólo celebrar sino también rememorar victorias presentes y pasadas haciéndolo pasar de mano en mano rebosante de alchol para que todos pudieran libar de su contenido. Para los interesados, el Metropolitan neoyorquino atesora una buena cantidad de estas lujosas copas a dos o tres manos, desde la época micénica al siglo XIX.



De esta manera, lo que empezó siendo el medio, una gran copa común con la que celebrar cualquier éxito o reunión social, acabo convirtiéndose en un fin: el galardón que conmemoraba cualquier hazaña, triunfo (incluso electorales) o feliz efeméride... Habían nacido esos mismos trofeos que aún hoy se entregan en forma de copas (aunque cada vez hay más excepciones) como premio en las más diverdas situaciones. Y parece que por muchos años.



Pero no sólo como premio deportivo sobreviven estas copas, que se siguen utilizando tal y como ocurría hace treinta siglos en la Hélade micénica en ceremoniales de boda en culturas tan dispares como la irlandesa, la judía o la francesa, en los que se emplean estas copas de dos o tres asas para que beban en ellas los cónyuges durante su ritual del matrimonio, como símbolo de lo mucho que van a compartir a partir de entonces. Estas copas suelen ser un objeto de gran valor sentimental -superior al material- que se transmite de generación en generación, y es muy habitual que, tras los contrayentes, beban también del vino que contienen los familiares más próximos y los padrinos...




Y habrá quien se pregunte... ¿qué tiene que ver un trofeo como la 'ensaladera' que recompensa al campeón de la Copa Davis con el resto de premios deportivos en forma de jarra o de copa??? Pues nada, aunque desde el punto del bebercio sí que hay puntos afines... tampoco se trata de una ensaladera al uso, sino de una ponchera de plata (penúltima foto) aunque la gente le haya cogido gusto a eso de imaginársela llena de lechugas, hortalizas y vinagretas varias, entre otras refrescantes delicias...



Volviendo a la pareja protagonista de toda esta historia, Guillermo y Catalina, me llama mucho la atención la sofisticación con que han evolucionado las 'Loving Cups' desde aquellos modelos conmemorativos de la coronación, en 1956, de la longeva abuela del contrayente... algunos sorprenden por su elegancia (fotos 13-14), mientras que otros son meras jarracas de cerveza (foto 15) para brindar a mayor gloria de doña Lilibeth y su prolijo reinado. Poco que ver con esas monísimas tazas de cerámica que incluyen hasta el árbol genealógico de los egregios y jóvenes esposos o unos motivos florales de lo más empalagoso por cursis.




Yo soy poco de 'Loving Cups' y platillos conmemorativos de estos, como tampoco soy nada de aparadores de esos que exhiben en el salón la vajilla familiar... si acaso, me quedaría con alguna jarra de esas conmemorativas que sirven estupendamente para disfrutar de la buena cerveza o con unas cuantas 'orejonas' estilo Champions League más para el Museu del Barça de mis amores para que acompañen a la recientemente ganada en el nuevo estadio de Wembley, pero en lo que a Catalina y Guillermo se refiere, de toda la catarata de merchandising asociado a su boda sí que me pillaría, por genial, divertido y original, esas simpáticas bolsitas con la efigie de ambos que ponen punto y final a las imágenes del post, para poder tomar, como Dios y el Big Ben mandan, algo tan rematadamente british como el ' five o'clock tea'...




Dedico este post (que por motivos obvios estaba previsto publicar antes de la boda de Guillermo y Catalina, aunque no ha podido ser por las más diversas causas) a la mujer que tanto me enseña cada día, que me hace ser una persona más completa y mejor, y que sólo por la proeza de soportarme se merece todas las 'Loving Cups' y trofeos habidos y por haber...

jueves, 7 de abril de 2011

KPV, ubicuo icono del terror...





















































No podía ser otra el arma elegida por el minucioso y cruel terrorista 'Chacal' para asesinar, con un sangriento atentado por control remoto, a la Primera Dama estadounidense en la irregular y reciente versión del clásico de Frederick Forsyth protagonizada por Bruce Willis, Richard Gere y Sidney Poitier... Y no, contrariamente a lo que podría parecer, no es la grimosa voz de Ángela Rodicio, con sus crónicas tan 'marca de la casa' como prescindibles y llenas de errores al hablar del material bélico que la rodea, ni tampoco las imágenes de la CNN o las exclusivas y primicias de Al-Jazeera que nos vende la empañolada belleza de turno lo primero que nos muestran las televisiones cada vez que a lo largo y ancho del planeta truenan las armas, y salen a pasear los RPG y los kalashnikov para enmendar el mundo, o los machetes para trocear con saña al vecino de al lado cual conejo destinado a carne de paella. Allí están siempre ellas, omnipresentes... impasibles y en primera fila... testigos mudos e inmutables de la matanza, el saqueo, la violación, el brutal genocidio que no respeta edades ni géneros... Al igual que antaño las sarisas espartanas, los pila de los legionarios romanos, las picas de los tercios españoles, las lanzas de los húsares alados polacos, las bayonetas de los Casacas Rojas británicos, las azagayas zulúes, las temibles alabardas suizas o los afilados sables cosacos...su brillo es lo primero y lo último último que veín antes y ven también ahora los enemigos y sus familias antes de perecer masacrados o yacer mutilados al borde de una cuneta.... Inquietas por entrar en acción para hacer oír su atronadora voz, y ser la causa del problema o la solución extrema que pone fin al mismo... bien sea a bordo de una camioneta pick-up japonesa, de un rancio todo terreno ex-soviético o chinesco, de un destartalado furgón o bien anclada sobre el suelo o en la torreta de un blindado BRDM 2 http://history-of-wars.ru/uploads/posts/2009-12/1261998724_brmd-2.jpg , BTR-60 http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bc/BTR-60PB_DA-ST-89-06597.jpg y BTR-70 http://rt002ycj.eresmas.net/prueba2/btr70.jpg o el techo de un tanque, allí están siempre ellas, individualmente, por parejas e incluso en reunidas en un letal cuarteto... como los insaciables jinetes del Apocalipsis que tanto gozan despedazando a la Humanidad con la misma parsimonia y tranquilidad del que se echa unas manitas al mus...


La KPV (en cirílico, Крупнокалиберный Пулемет Владимирова o КПВ; en ruso, Krupnokaliberniy Pulemyot Vladimirova (KPV) o "ametralladora de gran calibre Vladimirov", en honor a su inventor, el ingeniero Semyon Vladimirov, padre de las fantásticas armas automáticas de diferentes calibres desarrolladas por la URSS en la primera mitad del siglo XX), una ametralladora pesada soviética del calibre 14,5 mm refrigerada por aire y con un sistema que propicia un cambio rápido de cañón, que comenzó a ser desarrollada en plena Segunda Guerra Mundial, en el año 1942, concluyó su diseño en 1944 y entró en servicio definitivamente como arma de infantería (con la denominación PKP) en 1949.


Pero no es un arma cualquiera... podemos afirmar, sin margen de error, que es la ametralladora pesada más destructiva y letal que existe en el mundo, duplicando en poderío a la conocida y veterana Browning M-2 http://es.wikipedia.org/wiki/Browning_M2 que utilizan los países occidentales y buena parte de sus aliados, y encima, la más numerosa en los arsenales internacionales (más de 20.000 repartidas entre 56 países, sin contar las copias chinas, si cabe, igual o más numerosas)... Desde el primer momento, el arma se desarrolló en torno al poderoso proyectil perforante anticarro ruso de ese calibre, que databa de la Segunda Guerra Mundial y utilizaban los eficaces rifles monotiro antitanque PTRD y PTRS, aunque luego se adaptó al tiro antiaéreo con tres modalidades de arma diferentes, conocidas como ZPU, y que según el número de armas se denominan ZPU-1, ZPU-2 y ZPU-4 (toda una bestia parda ésta última). En esa función, tiene un alcance vertical de 1.500 m, mientras que en el tiro tenso en horizontal a objetivos terrestres supera los 2.000 m... y es capaz de alcanzar una cadencia de tiro de 600 proyectiles/minuto (10/segundo) por arma, lo que en el caso del cuádruple antiaéreo le otorga la capacidad de desencadenar un verdadero infierno... Tal vez su único defecto (o su gran ventaja en el caso de su empleo por personal sin instrucción militar) sea su sencillo sistema de puntería, a través de una mira manual, demasiado básico...


Sus proyectiles, además de transformar en carne picada al ser humano que pillen por delante, pueden penetrar hasta 30 mm de blindaje de acero a 500 m de distancia, lo que le permite dejar como un colador cualquier vehículo militar de la OTAN excepto los tanques propiamente dichos y los poderosos vehículos de infantería y caballería estadounidenses Bradley... Incluso un helicóptero de ataque tan fuertemente blindado como es el AH-64 Apache puede verse en graves problemas o ser derribado si es alcanzado directamente y a corta distancia por un sistema ZPU, no digamos nada si es una devastadora ráfaga de ZPU-4, y aunque según el fabricante los helicópteros de ataque españoles Eurocopter Tigre sí son capaces de aguantar semejante volumen de fuego, no creo que nadie de nuestras FAMET (Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra) esté dispuesto a hacer de conejillo de Indias en este caso...


Nada nuevo bajo el sol, las ametralladoras pesadas de la familia KPV/ZPU siguen estando más en boga que nunca en cualquier tomate que se haya montado en este planeta desde la Guerra de Corea... al igual que antes las vimos en manos de los dos bandos en el conflicto del Sáhara español (entre los relucientes ejemplares marroquíes -fotos 6 a 8- resulta de lo más sardónico ver a los montajes sobre los todoterreno al servicio de las fuerzas de pacificación de la ONU), empleados por los yihadistas (foto 3), por el ejército del Líbano en sus patrullas por el sur del país que domina férreamente Hezbollah (fotos 4 y 5), en Afganistán (fotos 9 a 14), en Iraq, como gran estrella mediática y principal recurso ofensivo/defensivo de los rebeldes en la guerra civil de Libia (fotos 23-41) y como gran arma decisiva de los triunfadores de la recién concluida contienda de Costa de Marfil (fotos 15-22), donde se da la curiosa circunstancia de que el ejército de ese país nunca ha utilizado oficialmente este tipo de letales armas que ahora tanto proliferan por allí ...así que, blanco y en botella...les han sido proporcionadas a los rebeldes partidarios del electo presidente Alassane Ouattara desde los arsenales de los países limítrofes que si las emplean, seguramente pagadas con los buenos dineros que Francia ha invertido en el derrocamiento y captura del despuesto Laurent Gbagbo... a veces, en la vida real, lo que hoy nos parecen obsoletillas películas de Belmondo como 'El profesional' http://www.youtube.com/watch?v=ixdYCfjz0Q0 resultan ser menos fantasmadas de lo que aparentan...


Y ahora, la pregunta del billón (de los señores de la guerra, los inconmovibles especuladores bursátiles, la Cruz y Media Luna Rojas, las grandes corporaciones mediáticas...) seguramente es... cuando los ardores libios se calmen de aquí a un tiempo... ¿cuál será el próximo rincón del orbe donde volverán a castañetear, con su aterrador soniquete, estos heraldos de las peores vilezas cometidas por el ser humano?