




























Recuerdo como si fuera ayer el estreno, un viernes 17 de enero de 1986, en la gran sala Centrofama 1. Como de costumbre, había optado por ir al primer pase, el de las cinco de la tarde, para asistir al debut de la película de turno en las pantallas del mundo cuando menos gente solía acudir... para mí, ir al cine en finde semana a partir de las siete y media de la tarde me parecía una auténtica osadía masificada y estresante... Muy sorprendentemente, también éramos sólo cinco las personas repartidas por las cuatro esquinas de tan inmenso espacio abarrotado de desérticas butacas... Para mí resultaba toda una sorpresa tras haber quedado subyugado por las escasas imágenes que había podido ver en la televisón sobre el filme a punto de estrenarse. Eran tiempos en que programas como 'De película' (versión actualizada y technicolor de la neralbina 'Revista de cine') o 'La noche del cine español' en TVE y 'Polvo de estrellas' en Antena 3 Radio te tenían al tanto y en ascuas sobre todo lo que acontecía en el mundillo del celuloide. Y entre lo mucho y bueno de ese invierno ochentero en el que yo desarrollaba mis estudios de COU, no habría, ni de lejos, nada comparable a esa prodigiosa e inclasificable obra maestra que es 'RAN' http://www.youtube.com/watch?v=C58jxwu9vNQ del maestro Akira Kurosawa, la película que sintetiza y condensa en unas dos horas lo mejor de la fabulosa filmografía del genial japonés. Y eso que ese año arraso una de mis diez películas favoritas de siempre, como 'Memorias de África', acompañada por otras tan respetables como 'El honor de los Prizzi', 'El color púrpura' o 'Único testigo'. Casi nada, uffff.... y más comparado con la actual falta de ideas que tanto lastra y castra a las mentes jolivudienses....
Un brutal espectáculo visual, auténtico choque para los sentidos y los sentimientos, en el que tanto la música como los silencios desempeñan un papel tan fundamental como arrollador. Eso y nada más que eso es 'Ran' (caos, en japonés... nunca un título estuvo más justificado). Cuatro nominaciones al oscar: mejor director, fotografía, dirección artística y vestuario, éste último merecidísimamente ganado por Emi Wada http://www.youtube.com/watch?v=GAxQ6hcuGHM. Y si no consiguió también el de mejor película en habla no inglesa fue por el boicot de la industria fílmica japonesa a Kurosawa, que impidió a 'Ran' el poder representar a su país, tirando por la borda, por causa de fobias personales, un clarísimo triunfo que todo el mundo daba por hecho.
La historia, inicialmente concebida por el añoso Akira como una adaptación de viejas leyendas feudales japonesas, acabó siendo la adaptación libre del 'Rey Lear' de Shakespeare, aderezado con otros interesantes elementos e influencias. Básicamente, y de acuerdo con la obra del genio de Stratford Upon Avon, Kurosawa nos cuenta el drama provocado por un todopoderoso señor de la guerra que, debido a su avanzada edad, decide dividir aún en vida su reino entre sus 3 hijos, dandoles a cada uno un castillo y una parte de sus tierras. Mientras los 2 hijos mayores están contentos de esa decisión, el mas joven no lo aprueba, porque conoce los perniciosos efectos que pueden generar la envidia y la codicia, y prevee que tarde o temprano esto desembocará en una guerra entre hermanos, por lo que es oficialmente repudiado por sus palabras y cae en desgracia ante los ojos de su padre, del que, hasta ese momento, había sido el ojo derecho.
Pero 'Ran', va más allá, y nos presenta, en relación con todo lo anterior, la historia de una venganza, el terrible desquite de una mujer que, aun recordando en muchos aspectos a la sangrienta Lady Macbeth, sin embargo no actúa movida por codicia o ambición, sino por una irrefrenable (y justificada) sed de revancha espada en mano. Una implacable dama Kaede magistralmente interpretada por ese pedazo de actriz que es Mieko Harada (tenéis que ver este enlace!!!) http://www.youtube.com/watch?v=gqIDYyjXkbQ . No era la primera aproximación de 'El Emperador' (así llamaban en la industria cinematográfica japonesa a este director hijo de militar y descendiente de samurais), como ya demostró brillantemente con 'Trono de sangre' http://www.youtube.com/watch?v=2-72oaAS9hc , adaptación de la mencionada 'Macbeth'...
La película arranca de manera espectacular con una cacería de jabalíes en la que toman parte el gran señor Hidetora Ichimonji, sus tres hijos y el suegro de su vástago menor, entre otros invitados. Durante la jornada cinegética, Hidetora sufre un desvanecimiento, que lo deja bastante afectado... Un achaque propio de su avanzada edad, pero que constituye asimismo el primer signo de debilidad en público jamás demostrado por el hasta entonces temido guerrero. Por el contexto de las conversaciones, se deduce que Hidetora ha sido en sus años mozos un ser sin escrúpulos que ha acrecentado su inmenso poder y numerosas conquistas mediante sangrientos asaltos y crueles masacres que se han llevado por delante la vida de muchos inocentes. Entre los afectados están sus propios vecinos (uno de ellos, su consuegro), los principales afectados por la voracidad de Hidetora, al que rinden pleitesía con un servilismo humillante y cobarde temerosos del inmenso poder del gran señor.
Por eso todos se asombran de este primer síntoma de debilidad del viejo caudillo, empezando por sus hijos. Es entonces, recién repuesto de su desvanecimiento, cuando Hidetora tumo la decisión que cambiará para siempre el futuro de su clan... Sorpresivamente anuncia que dividirá sus posesiones entre sus tres hijos, Taro, Jiro y Saburo, de mayor a menor importancia según la edad de cada uno, entregando su propio castillo y lo más selecto de sus tropas a su primogénito... Es entonces cuando el pequeño, Saburo, protesta, conocedor de las miserias del alma humana y del carácter de sus hermanos, dominado por la ambición y el ansia de poder que han heredado de su mismo padre.
Hidetora le replica con un símil sobre la fortaleza del clan siempre que permanezcan los tres unidos: "es fácil partir una sola flecha, pero imposible partir un haz de flechas". Tras demostrarle que está equivocado y ridiculizarle ante todos los presentes, el joven Saburo, considerado hasta ese momento un vanidoso tarambana y el hijo favorito de los tres, parte hacia el injusto destierro al que le ha condenado su padre...
Pronto comienzan los problemas, y el hijo mayor, Taro, instigado por su mujer, la odiosa y odiada dama Kaede, decide que ya que él es ahora el jefe del clan, su padre tiene que mostrarle obediencia, reprimir el comportamiento de los pocos samuráis que conforman su guardia y reducir el tamaño de su séquito a la mínima expresión. Ante tamaña ofensa, y tras algunos desagradables incidentes saldados con muertes, un ofendido Hidetora abandona el primer castillo rumbo al de su segundo hijo, que, sorpresivamente, se alía con su hermano mayor y también se niega a alojar a su padre. Ante tamaña muestra de ingratitud, Hidetora comienza a ser consciente no sólo de que Saburo tenía razón en todo lo que había profetizado, sino también en lo hijos de mala madre que había criado (a su imagen y semejanza) y del mucho mal que había causado a lo largo de su vida. Todavía peor, una vez que su poder parece haberse esfumado, comienzan a ser asesinados los personajes de su círculo más cercano, en una aterradora sucesión de crímenes promovidos por Taro y Jiro, que no hacen sino provocar la demencia de un Hidetora que no cesa de lamentar su decisión de repartir su poder entre sus hijos.
La soledad del antiguo patriarca del clan quedaba en evidencia al estar acompañado sólo por su bufón, Kyoami, que no deja de mortificarle, y un diminuto séquito de leales. Es entonces, cuando toda esperanza está perdida, que le anuncian que Saburo no le guarda rencor y no sólo le ofrece sus posesiones sino que está en camino con sus tropas para protegerle. Mientras espera la llegada de su hijo menor, alojado en uno de sus antiguos castillos, Hidetora contempla horrorizado como Taro y Jiro unen sus fuerzas para acabar con él, con quien tanto les ha dado, al tiempo que los conspiradores envían una legión de arcabuceros para asesinar a Saburo en el caso de que este decida volver de su exilio en casa de su suegro, uno de los señores vecinos antaño sometido a la fuerza por Hidetora... Impactante resultan entonces las tomas del asalto del castillo, donde es brutalmente masacrada la exigua guardia personal del anciano guerrero, desbordada por miles de enemigos mientras que sus pocos hombres son atravesados por centenares de flechas y balazos... mientras, las mujeres del séquito de Hidetora se suicidan para no caer en manos del enemigo o detienen con sus cuerpos las balas de arcabuz dirigidas a acabar con la vida de su amo.... espeluznantes imágenes entre el fuego de los incendios y el humo de la pólvora negra....
Sin embargo, inesperadamente, un misterioso tirador oculto abate de un disparo por la espalda a Taro, cuando este celebra ya su triunfo sobre su padre. Una tragedia a la que se suma el estado de senil locura en el que cada vez más se ve envuelto Hidetora, con escasos períodos de lucidez... Es entonces cuando la razón de tanta desgracia se hace presente al espectador... todo obedece a las maquinaciones de la dama Kaede, obsesionada desde hace años por vengar a su familia y a sí misma de las acciones cometidas contra ellos por Hidetora: siendo apenas una niña, el señor Ichimonji tomó al asalto el castillo de sus padres, y, tras asesinar toda su familia, la entregó como esposa a su hijo mayor... ahora, su desquite estaba en marcha...para ello, no había dudado en compartir lecho con Jiro, el hermano menor de su esposo, y sembrar la cizaña entre ellos dos y hacer que se unieran ambos contra Hidetora y para matar a Saburo... Los hombres de Jiro, sabedores de que en esta perversa mujer está la verdadera causa de la evidente ruina y autodestrucción del clan Ichimonji, la decapitan de un tajo, en otra escena no menos impactante... pero Kaede ha hecho bien las cosas... mientras las tropas de Saburo, apoyadas por las de su suegro, asaltan el castillo de Jiro, los asesinos enviados a matar al menor de los tres hermanos cumplen con su objetivo y matan a tiros a Saburo justo cuando éste acaba de reencontrarse con su padre...
Es entonces cuando los ejércitos de los vecinos, hasta entonces sojuzgados por Hidetora, deciden atacar los tambaleantes restos del imperio de los Ichimonji y lanzan imparables sus tropas encabezadas por sus blancos estandartes para borrar de la faz de la tierra a tan odiado clan, aparentemente indestructible apenas unas semanas antes... "Señor, acabó todo. Preparaos para morir. Yo, Kurogane, os seguiré hasta el fin", le advierte a un desconcertado Jiro su más fiel guerrero ante sus últimos leales, frente el decapitado cadáver de su cuñada (y amante) Kaede, mientras que, no lejos de allí, Hidetora, ya totalmente loco ante el indominable caos -el RAN- que le envuelve, se abraza al cuerpo inánime del único hijo que le quiso alguna vez, su adorado Saburo, en compañía del bufón Kyoami y pone fin a tanto dolor con su muerte.... http://www.youtube.com/watch?v=sM886y5zEI8
De la grandeza de este espectáculo http://www.youtube.com/watch?v=AbbfDntoRRk , de su hondura moral y humana, del cinismo y desprecio que desprende hacia la condición humana, da buen ejemplo una de las frases pronunciadas por uno de los personajes del filme: "El hombre es el unico animal que nace llorando y que muere cuando ya ha llorado lo suficiente".
Pero 'Ran' es mucho más que una mera traslación de los dramas shakespearianos al Japón de los samurais, o que la historia de una amarga vendetta... Constituye una reflexión intemporal, enfocada a reflejar, de una manera metafórica, la condición humana.... y por eso está cargada de simbolismos... como cuando a Kaede la provocan sus enemigos enviándole una escultura con forma de cabeza de zorra envuelta en un paño.... o como sucede con los nombres de los tres hermanos Ichimonji: Taro (literalmente, "el chico mayor"), Jiro ("el segundo hijo") y Saburo ("el hijo pequeño"), o el hecho de que cada uno vista siempre de un único color que no cambia en toda la película: amarillo, rojo y azul celeste, respectivamente. Y para facilitar aún más la identificación, sus tropas, además de su color, llevan en sus entandartes una raya o una flor acorde con su orden en la familia: una Taro, dos Jiro, y tres Saburo....
'Ran' resulta grandiosa por el titánico esfuerzo de producción, que exigió el empleo de más de 1.400 extras con sus armaduras, y varios centenares de jinetes (muchos de los caballos empleados procedían de Estados Unidos...). El castillo que arde en la película, construido ex profeso para el filme, fue incendiado en una única toma, y no hubo efectos visuales ni digitales... todo fue de lo más auténtico...
Como ensayo de tan colosal obra, Kurosawa había rodado en 1980 (con patrocinio de Francis Ford Coppola y de George Lucas, dos de los directores a los que más influyó al inicio de sus carreras http://www.youtube.com/watch?v=--BVUTOrYP8 ) otro peliculón monumental, 'Kagemusha' (en japonés, "el doble", aquí subtitulada burdamente 'La sombra del guerrero') en la que relata de manera impactante la popular 'leyenda urbana' que circulaba por Japón acerca de la muerte de uno de sus personajes históricos más relevantes, el gran conquistador Takeda Shingen, cuyo fallecimiento a manos de un francotirador enemigo habría sido encubierta con el uso de un doble clavadito a él físicamente... Una maravilla que fue galardonada con la Palma de Oro del Festival de Cannes (premio que compartió con 'All that jazz' de Bob Fosse) .... y de la que se volverá a hablar en este blog....
Si 'Kagemusha' supuso un estupendo ensayo previo en forma de película a su gran narración épica, el propio Kurosawa se pasó más de una década realizando dibujos de los personajes y de las escenas, plano a plano, de cómo quería que fuese su película... dibujos que fueron publicados tras el estreno del filme, y que, a la hora de rodar, tuvieron una inesperada utilidad, ya que Kurosawa, afectado por unos graves problemas de visión, estaba ya prácticamente ciego, y sus ayudantes emplearon este colorista story-board como referencia a la hora de rodar loas diferentes escenas....
Que el maestro Akira era un tipo especial y que esta película estaba llamada a ser el epítome de toda su carrera lo demuestra el hecho de que, aunque su mujer Yoko (con la que se había casado a finales de la Segunda Guerra Mundial) falleció durante el rodaje, Kurosawa apenas paró un día para enterrarla y al siguiente reanudó el trabajo....
Toda una leyenda del cine, cuya benéfica influencia sobre otros realizadores es aún palpable... Y es que, cada vez que uno disfruta con los dos avariciosos, torpones y cobardicas campesinos de 'La Fortaleza escondida', Tahei y Matashichi http://www.youtube.com/watch?v=eILecDtO1jc , resulta imposible no acordarse de los igualmente simpáticos y peculiares C3-P0 y R2-D2... http://www.youtube.com/watch?v=PBOweQSEW7w
Toda una leyenda del cine, cuya benéfica influencia sobre otros realizadores es aún palpable... Y es que, cada vez que uno disfruta con los dos avariciosos, torpones y cobardicas campesinos de 'La Fortaleza escondida', Tahei y Matashichi http://www.youtube.com/watch?v=eILecDtO1jc , resulta imposible no acordarse de los igualmente simpáticos y peculiares C3-P0 y R2-D2... http://www.youtube.com/watch?v=PBOweQSEW7w
Durante bastantes años, una de las paredes de mi habitación estuvo cubierta por el gran póster de 'Ran' en el que aparecen cargando a caballo los samurai, con el torso del perverso y ambicioso Jiro en primer plano. Aunque haya destripado la película, espero que os animéis a verla... es verdaderamente impresionante...