lunes, 22 de enero de 2018

22 de enero: la Guardia Suiza se nos va de cumple....



Aunque en no pocas recopilaciones de efemérides citan la fecha del 21 de enero de 1506, la propia Santa Sede en su página web oficial se decanta por la del 22 de enero como la propia del día en que, pasado el mediodía, una tropa de 150 soldados al mando del capitán Kaspar von Silenen, del cantón suizo de Uri, franqueó la Porta del Popolo y entró por primera vez en el Vaticano, donde fueron bendecidos por el Papa Julio II, en el tercer año de su pontificado, tal y como consignó en su diario el prelado Johann Burchard de Estrasburgo, Maestre de las Ceremonias Pontificias.

Ya en 1497, Sixto IV había formalizado una alianza con la Confederación Suiza que incluía la posibilidad de reclutar mercenarios al servicio del Papa, entonces los soldados más cotizados de toda Europa tras su sensacional actuación en las guerras de Borgoña, y en previsión de tal circunstancia, construyó unos cuarteles -donde continúan acuartelados los guardas suizos hoy día- junto a la pequeña iglesia de San Peregrino. Su sucesor, Inocencio VIII, renovó esta alianza con los suizos, a los que quería emplear como aliados contra el duque de Milán.

 El español Alejandro VI, el Papa Borgia, contrató tropas suizas durante su alianza con Francia en las muchas campañas emprendidas durante su controvertido pontificado, con los aguerridos helvéticos combatiendo siempre en primera línea. Miles de suizos se alistaron en el ejército francés para invadir Nápoles, entonces posesión aragonesa, y en esa expedición militar participaba el cardenal Giuliano della Rovere, el futuro Julio II, que conocía bien a los suizos de su época como obispo de Lausana.

De aquellos primeros 150 suizos se ha pasado a los 100 guardias actuales, cuya panoplia suma a la espada del siglo XV y la alabarda las excelentes y modernas armas ligeras de fuego Made in Suiza, y que deben cumplir los siguientes requisitos: Los reclutas deben ser varones que cumplan los siguientes requisitos: estado civil, soltero; estatura igual o superior a 1,74 m; una edad de entre 19 y 30 años de edad; poseer un título profesional o el grado de Secundaria; profesar la fe católica; poseer la ciudadanía suiza y haber cumplido una instrucción básica en las Fuerzas Armadas Suizas con certificado de buena conducta y sin antecedentes penales. Reclutados para servir un mínimo de 25 meses, pueden casarse si son mayores de 25 años, tienen el rango de cabo y prorrogan su enrolamiento por 2 años más, siendo necesaria la aprobación del capellán.

En homenaje a los pioneros y su primer capitán, la lengua vernácula de la Guardia es el alemán. Cada 6 de mayo, los nuevos reclutas prestan juramento y tienen lugar oficialmente los ascensos, en recuerdo a la hazaña más legendaria de su gloriosa historia, la defensa del Papa Clemente VII durante el llamado Sacco di Roma por las tropas imperiales de Carlos V, el 6 de mayo de 1527, durante el que murieron 147 guardias de los 189 presentes, incluido su capitán Kaspar Röist, mientras que los 42 supervivientes rodeaban al Sumo Pontífice para cubrirlo con sus cuerpos de las picas de los lansquenetes alemanes comandados por el terrible Fründsberg,

Bajo el mando del capaz Hercules Göldli, condujeron al temeroso Clemente VII hacia el Mausoleo de Adriano/Castillo de Sant Angelo por el corredor secreto que el previsor Alejandro VI Borgia, tan dado a las conspiraciones y los crímenes, se había hecho construir con el mayor de los sigilos por si un día la cosa se ponía fea en el Vaticano y había que poner pies en polvorosa hacia un lugar más seguro, mejor fortificado y más fácil de defender con una tropa tan exigua...

 Por todo ello ¡¡¡¡Feliz 512 aniversario, valientes!!!! 

P.D.: Cómo contrasta el fornido aspecto de los chicarrones suizos de ahora con sus predecesores de hace un siglo, tan achaparrados y barrigones, aunque no me cabe duda que igual o más valientes que sus sucesores en la defensa de la persona del Papa...

domingo, 7 de enero de 2018

CQD vs SOS... La Gran Guerra comenzó con las primeras señales de socorro... y ganó Alemania...




Hoy, 7 de enero, se cumplen 113 años desde que fuera adoptada la primera señal telegráfica de socorro, que respondía a las letras CQD (que en Código Morse se escribe: — · — · / — — · — / — · · según la Circular 57 de la Compañía Marconi Internacional de Comunicaciones Marítimas, aunque no se comenzó a utilizar hasta un mes después, el 10 de febrero de 1904.

Aunque popularmente CQD se interpretó como: "Come Quickly, Distress" (Vengan Rápido, Problemas), su auténtico significado era menos prosaico: "CQ" de Copy Quality/Calidad de Copia (el código de llamada general de un asunto de interés para todas las estaciones de la compañía) y la "D", eso sí, de Distress (Problema), que fue una ocurrencia del mismísimo Marconi para otorgar a esas llamadas de interés general su cualidad de llamada de auxilio...

Tras la Conferencia Internacional de la Comunicación Inalámbrica en el Mar celebrada en Berlín en 1906, por indicación de los más prácticos alemanes, se aprobó un nuevo código más sencillo, el entonces novedoso SOS ( en Morse, ··· — — — ··· ), que había sido adoptado casi un año antes por Alemania. Pero aunque el CQD comenzó su lenta desaparición a favor de la nueva combinación alemana, la resistencia de las autoridades y marinos británicos a adoptar una fórmula promovida por el Imperio alemán, entonces la gran potencia que disputaba a los británicos su primacía mundial en el comercio, la producción industrial, la aventura colonial y el dominio de los mares, gracias a la creciente y poderosa flota germana, hizo que en los buques súbditos de Su Graciosa Majestad antes de la Primera Guerra Mundial optaran todavía por la veterana CQD como su llamada de auxilio.

Esta circunstancia se puso de manifiesto 6 años después, en 1912, con el primer mensaje de auxilio lanzado por los heroicos radiografistas del 'Titanic' aquella infausta noche del 14 de abril, que no fue, como mucha gente cree, un 'SOS' al uso, sino: "CQD CQD CQD CQD CQD CQD de MGY MGY MGY MGY MGY posición 41.44 N 50.24 W", aunque, desesperados por obtener toda la ayuda posible, terminaron dando su brazo a torcer y telegrafiaron también insistentemente aquel 'SOS' que, tras el naufragio del desgraciado coloso de los mares, acabaría imponiéndose a nivel mundial como la nueva petición de ayuda a costa de la combinación británica ideada tal día como hoy de hace 113 años por el avispado Guillermo Marconi...