sábado, 19 de abril de 2008

GMC 1: Todos los días debería ser San Crispín (¡los pelos como escarpias, Kenneth!)


Comienza esta subsección dentro de 'Hora de pensar' dedicada a los grandes momentos de la historia del cine, con aquellos que, por alguna u otra razón, han significado algo a lo largo de mi vida y, aún más importante, me han hecho amar el cine tantísimo como lo hago.
A mi admiradísimo Kenneth Branagh, y al talento como escritor de un tal William Shakespeare, les debo el que tal vez sea para mi la escena más emotiva de la historia reciente del cine: el discurso del rey Enrique V (que da título a la obra del genial autor) de Inglaterra a sus desfallecidas y enfermas tropas en vísperas de la batalla de Agincourt, que tuvo lugar junto a este pueblo del norte de Francia en otoño de 1415. Allí, contra todo pronóstico, los poco más de 7.000 hombres, la mayoría arqueros, que acompañaban al soberano inglés, derrotaron a un ejército francés de más de 30.000 hombres, causándole más de 10.000 muertos a cambio de pérdidas insignificantes. Entre los fallecidos en el campo francés estaba la flor y nata de su nobleza, barridos sobre sus monturas a flechazos, lo que hizo aún más llamativo a los ojos de la Europa de la época lo sucedido, e inspiró a Shakespeare una de sus más famosas piezas teatrales.
Aquel inolvidable 25 de octubre, día de San Crispín, el soberano inglés arengó a sus desesperadas tropas, hombres de armas y nobles (muchos de ellos familiares o primos suyos) de tal manera que les imbuyó de una moral que les haría pasar a la historia por su proeza. Shakespeare recreó de manera magistral ese discurso, que en 1989 Kenneth Branagh transformó en historia imborrable del séptimo arte, en su adaptación cinematográfica de 'Enrique V' (pinchad en la foto del poster), por la que fue justamente nominado a los Oscars al mejor actor y director (lo ganó al mejor vestuario). Os pongo el enlace a la versión subtitulada http://es.youtube.com/watch?v=nWBo8JGF43I
Pero, si emocionante es el discurso...no lo es menos la conclusión de la batalla...Enrique carga sobre sí mismo el cuerpo de su joven escudero (asesinado cobardemente por los caballeros franceses ofuscados con la derrota), a quien da vida en la película un todavía niño Christian Bale (el nuevo Batman), y recorre con él el campo de batalla para depositarlo en el carro que ha de transportar al puñado de muertos ingleses en la batalla (alucinante y super realista el detalle de cuando un grupo de mujeres francesas intenta agredirlo por la muerte de sus seres queridos y son sujetadas por el propio Condestable de Francia, rendido a la cortesía y valor del monarca inglés) . En un plano largo continuado, inspirado en otros muy similares de Akira Kurosawa, y a los sones del maravilloso 'Non Nobis Domine' http://es.youtube.com/watch?v=Z1GDRx-F1C0&feature=related compuesto por Patrick Doyle, Brannagh nos pone otra vez "los pelos como escarpias", que, para quien no lo sepa, son esas puntiagudas protecciones que llevan en sus pies, a modo de cubrezapatos, los caballeros con armadura...muy apropiado el dicho... En el filme aparecía también el recientemente fallecido Paul Scofield (ver post del 22 de marzo), interpretando al rey francés Carlos VI.
Quien quiera, puede disfrutar también de la versión que de la arenga hizo el gran Laurence Olivier en su inolvidable adaptación de 'Enrique V' http://es.youtube.com/watch?v=P9fa3HFR02E&feature=related rodada en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial, para elevar la moral de la población y las tropas de cara a la invasión de Francia y para mejor soportar los mortíferos ataques a Londres de las bombas volantes alemanas V-1 y V-2.
Así que ya sabéis, aquellos momentos en los que estéis bajos de moral sólo tenéis que pensar que tal día como hoy es San Crispín, recordar estas palabras y tirar para adelante a comeros el mundo...
Gracias, Kenneth, por tu obra maestra...que no es la única de tu repertorio, pájaro
Dedicado a mi gran amiga Conchita, por disfrutar tanto como yo del más genial autor teatral que jamás vieron los tiempos: William Shakespeare
We few, we happy few, we band of brothers;
For he to-day that sheds his blood with me
Shall be my brother; be he ne'er so vile,
This day shall gentle his condition;
And gentlemen in England now-a-bed
Shall think themselves accurs'd they were not here,
And hold their manhoods cheap whiles any speaks
That fought with us upon Saint Crispin's day

3 comentarios:

Conch dijo...

Oleeeeeee
Gracias, chato.
Aunque yo soy mas de comedias, amor, wit, y esas cosicas…..
“A thousand times goodnight!”

Anónimo dijo...

Amí, Cripín me recuerda a los comics de Jabato y su cuadrilla. Aventuras y desventuras de niños y mayores, protagonizados por una garbera de aventureros (jabato, crispin, Mr. Barracus y la bella de turno). Hoy todo eso de a perdido. Como decia el gran Ibañez, el comic esta vivo cuando se ve en los kioskos y yo en Murciaa ya no veo ninguno.

sushi de anguila dijo...

Te olvidas del Crispín más agraciado de todos, Brian...Cris(pín) Lozano, el empresario casado con Jacqueline de la Vega...

Voy a chutarme la arenga de Branngh/Harry V un par de veces más, que me pone como una moto....