domingo, 16 de marzo de 2008

Hoy soy canadiense





Enlazando con el post de ayer dedicado a los soldados canadienses fallecidos en Afganistán, pone los pelos de punta y genera una gran y sanísima envidia (perdón por el oxímoron fácil) el comprobar cómo se respeta en un país tan civilizado y poco militarista como CANADÁ a las bajas propias en una guerra (allí no saben de eufemismos) y a una bandera...como sucedió al paso de los cuerpos de 6 soldados fallecidos en combate en el país centroasiático...Entonces la gente se echó espontáneamente a la calle, a las carreteras, para rendirles su más sentido homenaje, para mostrarles su agradecimiento por el sacrificio que significó su muerte para ellos y sus familias. Hay tanta gente en nuestro país que debería tomar nota de esto, a ver si se les pega algo, que, por un día, me voy a sentir canadiense.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre Sushi, das en el clavo. A mi tambi�n se me pone la piel de gallina de ver como una naci�n se une para rendir a los que han dado su vida por su pa�s.

La pena es que las televisiones en Espa�a, prefieren emitir otros contenidos antes que ejemplos como �ste que tanto bueno nos pueden ense�ar a todos los espa�oles, entre los que me incluyo.

Chap� para los canadienses y para Sushi!!!

sushi de anguila dijo...

Un abrazo, Delta Force. Como siempre, das con las palabras justas. Inmejorable respuesta..estoy muy orgulloso de haber estado investigando, aunque fuera poco tiempo, en ese gran país...Vivan Canadá y su gente!

Anónimo dijo...

HUHA!! Mariano!!

Antonio Rentero dijo...

Pues sí que da envidia, sí, comprobar como hay gente que no se averguenza de ser de un país, ni de su bandera, que ésta constituye un símbolo de unión y no de división y que los que mueren fuera de nuestras fronteras, dejándose la vida por defender la paz, son recibidos y homenajeados como lo que son, como HÉROES, y no traídos de madrugada y casi con vergüenza.

Esa caravana en la que los ciudadanos de a pie salen a las calles y las carreteras a dejar testimonio fugaz de su respeto me parece totalmente envidiable.

Aquí no, aquí salimos a ponernos en las cunetas sólo en la Vuelta Ciclista y en el Entierro de la Sardina, con todo mi respeto y admiración por los esforzados del pedal y todo mi cariño hacia uno de los días más grandes de Murcia.

Algún día terminaremos de civilizarnos.

sushi de anguila dijo...

"Algún día terminaremos de civilizarnos"....una frase que lo resume todo perfectamente, nada más y nada menos que añadir, Antonio...
¡Huha!,... Berjes