martes, 13 de marzo de 2018

64 años de la batalla de Diêm-Biêm-Phu, "el lento desangrar del elefante caído"




¿Existe sobre la superficie de la tierra el Infierno que nos refirió Dante? Pocos franceses se hubieran hecho esta pregunta el 13 de marzo de hace hoy 64 años, cuando comenzaron los combates en torno a un poderoso bastión militar francés enclavado en un remoto valle de Indochina cuyo nombre recuerda a un hechizo o maldición oriental: Diêm-Biên-Phu...

33 años después, el desastre español en Annual encontraba un perfecto clon en tierras asiáticas: una potencia colonial bien armada y pertrechada (no fue el caso de los pobres españolitos masacrados en el Rif) era humillada por la determinación de la población autóctona, harta de sus 'protectores' occidentales, decidida a obtener su independencia aun a costa de inmensas pérdidas humanas y terribles sacrificios...

55 días después del inicio de los combates en aquel remoto valle selvático dejado de la mano de Dios, el 7 de mayo de 1954, Francia y el resto del mundo asistían atónitas al triunfo de la estrategia que el general Giap, futuro enemigo indochino de los estadounidenses, definió como "el lento desangrar del elefante caído..."

Todo en esta batalla excedió lo humanamente permitido: miles de 'coolies', la mayoría mujeres en bicicleta o con balancines de carga, que se dejaron la vida en los ríos y las selvas trayendo desde China suministros, municiones de artillería y armas pesadas desmontadas pieza a pieza...

El valor y la fe en resistir a pesar de estar todo perdido que demostraron los franceses, que poco tiene que envidiar al de los numantinos o los asediados de El Álamo y de la última colina en Little Big Horn... Sin los pertrechos y municiones necesarios para mantener semejante guerra de desgaste, con los hospitales desbordados una vez que el enemigo capturó a costa de pérdidas inasumibles los dos aeropuertos de los que dependía la supervivencia de la guarnición...

Afrontando asaltos masivos del enemigo, cuyas oleadas aprovechaban los cadáveres de sus camaradas muertos en las alambradas como trampolín para evitar los temibles espinos metálicos y poder así rebasar las posiciones francesas... La desesperanza de saberse abandonados en medio de un calvario soñado por Pedro Botero cuyo final sólo podía ser la rendición o la muerte...

Los estragos del hambre y la sed en gargantas acartonadas y colmadas de la tierra y fango que se desprendían de ese hormiguero gigante que era la red de trincheras francesa, cuyos bastiones, (Junon, Hugette, Eliane, Françoise, Claudine, Isabelle, Dominique, Anne-Marie, Béatrice -por el que empezó el ataque aquel 13 de marzo- y Gabrielle, el segundo en caer en manos vietnamitas...) habían sido bautizados con los nombres de todas sus amantes por el general al mando, el sin par Christian Marie Ferdinand de la Croix de Castries -todo un seductor-...

En la foto dos podemos apreciar el despliegue francés en Diêm-Biêm-Phu, con sus dos pistas de aterrizaje clave para mantener la posición, en cuyos bordes se acumulaban los heridos esperando ser evacuados (foto 3) y cuya inutilización y posterior captura selló el destino de los defensores franceses...

Los patriotas vietnamitas contrarios a la ocupación colonial francesa, con amplio respaldo y dirección de los comunistas, habían puesto en marcha en 1941 una guerilla contraria a los japoneses, tras su ocupación forzosa del país aprovechando que la Francia de Vichy poco podía hacer con los recursos militares presentes allí para evitar la ocupación nipona. 

Tras cuatro años combatiendo con cierto éxito a los japoneses, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los líderes de esas guerrillas comienzan sus campañas para echar a las recién restauradas autoridades coloniales francesas, en lucha por su independencia... estas son las mismas guerrillas comunistas que aprovechando la experiencia adquirida contra los japos plantan cara a las tropas coloniales francesas, hasta la debacle final de Diêm-Biêm-Phu y la posterior partición de Indochina. 

Pero cinco años antes, en 1949, los franceses deciden crear su propia contraguerrilla,  a base de nativos de minorías étnicas locales que se ven amenazados por el aplastante dominio que el Viet-Minh ejerce en sus territorios tribales.

 En 1950, el general De Lattre de Tassigny, uno de los más distinguidos de la Segunda Guerra Mundial, crea estas guerrillas bajo el nombre encubierto de Grupo de Comandos Mixtos Aeroportados, como si fuera una unidad más del ejército colonial. 

Estas guerrillas llegaron a contar, en el momento de su disolución en 1954, con 71 oficiales y 219 suboficiales franceses al mando de hasta 15.000 guerrilleros autóctonos divididos en compañías con nombres tan curiosos como Chocolat, Calamar, Colibri o Aiglon (aguilucho), teniendo que recurrir el Viet-Minh a pedirle a los chinos apoyo militar de sus divisiones fronterizas para poder destruir a las partidas más belicosas, que les hacían la vida imposible a los comunistas... 

El suministro de estos guerrilleros pro-franceses (cuyo apoyo luego intentaron recuperar los estadounidenses, con distinta fortuna) se solía hacer vía aérea, y constituía toda una pesadilla logística, especialmente en lo que se refiere a las municiones, al estar equipados con armas alemanas y japonesas procedentes del botín de guerra del 45, además de otras obsoletas sacadas de los propios arsenales franceses, y también algunas americanas e inglesas... 

La acelerada retirada francesa supuso el cese inmediato del apoyo y suministro a estos guerrilleros que fueron abandonados a su suerte, a tiro de venganza de los comunistas a los que tantos quebraderos de cabeza habían generado hasta entonces...

Y con todos estos ingredientes, dignos de la mejor tragedia griega o del melodrama folletinesco, aderezados por el inesperado abandono de los estadounidenses (su desidia los llevaría a ellos de cabeza a la guerra en el mismo escenario apenas una década después) y la traición de unos ingleses liderados por un Churchill rencoroso y calculador que parecía querer cobrarse viejas deudas pendientes de la Segunda Guerra Mundial... (pinchad este revelador enlace) http://www.libertaddigital.com/opinion/historia/dien-bien-phu-1276239841.html

Sobre los combates en aquel remoto valle indochino, hay muy buena y sencilla información e imágenes en estos dos enlaces

http://www.taringa.net/p…/imagenes/822911/Dien-Bien-Phu.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Dien_Bien_Phu

O también, la espectacular reconstrucción de los combates en este breve resumen de la excelente película homónima dirigida en 1992 por el oscarizado Pierre Schœndœrffer, el reportero gráfico que grabó in situ con su cámara todos los combates y que, en el momento de la rendición, destruyó todo su material salvo seis rollos de 1 minuto de película que logró camuflar durante su cautiverio en manos vietnamitas: su propio hijo Pierre interpreta su papel en la peli ...

https://www.youtube.com/watch?v=uqMkiU0bb30

Aquel fatídico día 13 de marzo, la orgullosa Francia de la posguerra comenzó a descubrir que el Infierno dantesco realmente existía y la historia de Asia cambió para siempre... 

1 comentario:

Unknown dijo...
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