miércoles, 4 de octubre de 2017

4 DE OCTUBRE: EL OTRO GRAN REGALO DE ESPAÑA A LA HUMANIDAD





Feliz 435 cumpleaños a nuestro calendario, el Gregoriano, aunque tal vez fuera más justo llamarlo el Filipino, por el monarca que universalizó su uso en el medio orbe bajo su dominio.

Si el 12 de octubre simboliza las mejores virtudes que distinguen al pueblo español a lo largo de su historia: capacidad de emprender por encima de las dificultades, ansias por llegar allí donde nadie lo hizo antes, desafiar las creencias más extendidas, vocación de universalidad y de unión fraternal, cultural y lingüística entre continentes hermanos, hay otra fecha previa del mismo mes que debería conmemorarse en nuestro país con tanto o más boato, alegría, orgullo y conciencia histórica de lo que un día fuimos: el 4 de octubre.

Ese día del año 1582, un jueves como otro cualquiera de hace 435 años, y reinando Felipe II en las Españas y en sus posesiones en cuatro de los cinco continentes tras ser proclamado rey de Portugal en 1580, entra en vigor la bula 'Inter Gravissimas', con la que el Papa Gregorio XIII, con el pleno apoyo de Su Majestad Católica, hace realidad uno de los compromisos de los concilios de Trento: poner en marcha un calendario universal que no necesite de ajustes y cálculos posteriores, como sucedía con el hasta entonces vigente calendario juliano, llamado así por haber sido instaurado por Julio César dos años antes de su asesinato... y considerado, además, de origen pagano.

Aquel memorable jueves de octubre es la prueba más indiscutible de la grandeza histórica de España como nación, entonces en el cenit de su poder en Europa, señora de mares y tierras desde Manila a Cuzco pasando por Angola o Cerdeña... Cuando Felipe II hizo suyo el calendario propuesto por el Papa, y lo declaró oficial en todos sus reinos y posesiones, poco podían sospechar entonces el resto de grandes potencias, en su gran mayoría enemigas de la España imperial, que, con el paso del tiempo, acabarían rigiéndose por las mismas fechas que su archienemigo católico, cuyo omnímodo e indiscutible poder vencía voluntades y aplanaba cualquier resistencia...

Como los pérfidos albiónicos no cambiaron el suyo hasta 1752, con lo que celebran el 265 aniversario, y distinguen las fechas (para evitar líos) en sus cronologías entre OS y NS (Old/New Style), en las cortes de Europa occidental era posible hasta entonces celebrar dos nocheviejas y dos navidades por todo lo alto el msimo año....

Como es lógico, los últimos países en 'ponerse al día' fueron aquellos de religión no católica, especialmente los cristianos ortodoxos que aún mantienen el juliano como su calendario religioso, siendo Grecia la más rezagada (sólo hace 94 años, después de la Primera Guerra Mundial, que adoptó como propio el calendario gregoriano).

El calendario gregoriano y la lengua española son, por tanto, las dos grandes aportaciones de nuestra nación, aún hoy plenamente vigentes, a la Historia Universal...

Un dato que escapa a la opinión pública general de nuestro país y del resto de naciones-y que debería celebrarse oficialmente en toda España como un logro nacional de impacto mundial el hecho incontestable de que si hoy el planeta se rige por este calendario es gracias a la potencia imperial de España en aquel entonces, en cuyas posesiones no sólo no se ponía el Sol, y que tuvo el poder y la influencia necesarios para imponer al resto de la Humanidad, y de acuerdo con el Papa, su nuevo calendario .... Y hasta hoy....

¿Por qué no reivindicar entonces una conmemoración como se merece del 4 de octubre? Seguramente porque, parafraseando al laconio Leónidas, para lo bueno y para lo malo... "esto es... ¡¡¡ESPAÑA...!!!"

2 comentarios:

Conde de Salisbury dijo...

A cuenta del cambio del calendario juliano al gregoriano tengo leídas algunas anécdotas que no se si serán verdad. Una decía que había quienes se resistían a aceptar el cambio temiendo que se alterasen los ciclos naturales y, por ejemplo, que las aves no supieran que se había alterado la fecha de inicio de su migración, como si los gansos o las cigüeñas se guiasen por el calendario Pirelli. La más divertida relataba como el equipo de tiro ruso para la Olimpiada de Londres de 1908, expresamente reclutado entre lo más granado del ejército zarista, perdió toda opción de medalla al presentarse en la capital británica después del fin de la competición pues nadie en el equipo se dio cuenta que en el Reino Unido regía un calendario distinto al juliano que hasta 1918 todavía imperaba en Rusia.

sushi de anguila dijo...

Buenísima anécdota la de los rusos... de hecho, la Revolución Rusa o de Octubre se produjo en nuestro mes de noviembre... conocido es lo que de Cervantes y Shakespeare murieron en la misma fecha...pero en dos calendarios diferentes, y con días de diferencia entre uno y otro... pero la mejor de todas es, sin duda, la de la muerte y entierro de Santa Teresa de Jesús, que tuvieron lugar el 4 y el 15 de octubre, respectivamente. ¿11 días de diferencia?...menudo aroma el del cadáver... y sin embargo, la casualidad hizo que la santa falleciera el mismo día en que se cambiaba el calendario, y fue enterrada al día siguiente...el nuevo 15 de octubre...