viernes, 21 de julio de 2017

SI VIS PAPA, PARA BELLUM: 105 años de las primeras pistolas de la Guardia Suiza









Renovarse o morir... en 1912, la Guardia Suiza del Papa, los fornidos Custodes Helvetici, adoptó su primera arma de fuego portátil moderna: apenas 30 unidades de la pistola automática alemana Dreyse M1907 diseñada por el legendario Louis Schmeisser, padre del no menos famoso Hugo, uno de los grandes diseñadores de armas de todos los tiempos, y a quien se atribuye erróneamente la paternidad del famoso e icónico subfusil alemán MP-40, conocido popularmente como 'Schmeisser', aunque su verdadero diseñador fuera Heinrich Vollmer, otro injusto olvido histórico de un talentoso inventor. Curiosamente, algún ejemplar de este último, capturado a finales de la Segunda Guerra Mundial a los alemanes que en los últimos meses del conflicto se rindieron ante la Guardia Suiza, también figura en los arsenales del Vaticano.

Hasta entonces, las únicas armas de fuego modernas empleadas la Guardia Suiza se correspondían con los fusiles de dotación en el Ejército Suizo: los monotiro M1842 T.59-67 y los rifles de repetición 1871 Vetterli, y el más moderno de cerrojo Schmidt-Rubin K31. Posteriormente emplearon los subfusiles suizos MP 41-44 y SIG Neuhausen MKPO.

A pesar del gran avance que suponían, la treintena de pistolas alemanas era del todo insuficientes para armar al centenar largo de alabarderos y oficiales de la Guardia papal. Con su característica bisagra en la parte frontal, este arma corta sirvió también con gran éxito en los ejércitos austrohúngaro, alemán y turco durante la Primera Guerra Mundial. También fue la primera pistola automática adoptada en Europa por la policía, cuyos agentes hasta entonces solían preferir los revólveres...

A finales de la Segunda Guerra Mundial, los stocks de estas veteranas armas fueron empleados por la Alemania nazi para armar a los viejos y niños reclutados a toda prisa como improvisada fuerza militar ante el imparable avance soviético, el Volkssturm, y también a los aguerridos Volksgrenadier de la Whermacht, de ahí que muchas de ellas estén en colecciones particulares y museos al ser capturadas a miles por los aliados en mayo de 1945 con la rendición alemana.

Que la Iglesia Católica es una institución poco dada a los cambios se demuestra con esta eficaz pistola, que lleva siete balas en su cargador, pues estuvo la friolera de 78 años (hasta 1990) como principal arma de defensa de sus miembros y del personal vaticano, cuando se adoptaron en esas fechas las entonces modernísimas pistolas suizas SIG 220 y las austriacas Glock y Steyr TMP (la pistola ametralladora del mango bajo el cañón en la foto 3) y los no menos poderosos subfusiles alemanes HK MP-5 y fusiles de asalto suizos SIG.de distintos modelos adaptados a cometidos específicos.. Sin duda, el atentado de Ali Agca contra Juan Pablo II en mayo de 1981 le abrió los ojos a más de uno...y propició la jubilación definitiva de la treintena de veteranas pistolas en favor de las más modernas armas helvéticas...

Podría decirse que hoy le ha tomado el relevo como nueva arma de protección inmediata del Santo Padre la muy letal PDW (Personal Defense Weapon/Arma de Defensa Personal)  HK MP-7 (foto 5), un arma perfectamente ocultable bajo un abrigo y cuyo calibre 4,6 x 30 mm permite atravesar chalecos antibalas como los que ahora suelen llevar la mayoría de terroristas yihadistas... Su rápida cadencia de tiro de más de 1.000 disparos por minuto y su peso de apenas 2 kg con un cargador de 40 proyectiles le hacen un factor de protección impresionante a corta distancia.

En los últimos años, este imponente arsenal se ha visto reforzado con un "arma" de nueva generación...que no lo es tanto. El llamado 'rosario de combate' que han recibido todos los miembros de la Guardia por mediación del padre John Zuhlsdorf, un sacerdote que habría contactado para ello con el padre Heilman, el religioso que recuperó hace unos años este elemento de oración inspirado en el llamado 'rosario de servicio' que se entregaba a los soldados católicos estadounidenses en la Primera Guerra Mundial, realizado completamente en metal para su uso en el campo de batalla.

El padre Heilman está detrás del diseño y distribución de estos renacidos 'rosarios de combate' que hoy se venden como churros por Internet dada su gran demanda entre los soldados cristianos destinados a escenarios de guerra. Un elemento más de protección, en este caso divino, en la tarea que desempeña la Guardia Suiza, cuyo actual coronel, Christoph Graf (foto 6) muestra un ejemplar del rosario durante la ceremonia que se celebra en el Vaticano cada 6 de mayo, día en que los nuevos miembros del prestigioso cuerpo custodio juran fidelidad al Sumo Pontífice; la misma fecha en que sus antecesores fueron masacrados por las tropas imperiales de Carlos V mientras protegían al Papa Clemente VII en su huida durante el  'Sacco de Roma', en aquel terrible año del Señor de 1527.

Sin duda, las mejores armas para hacer bueno aquel dicho latino de "Si vis Papa, para bellum"...

2 comentarios:

Conde de Salisbury dijo...

La historia del rosario no deja de recordarme aquel remiendo que los soldados carlistas llevaban en el pecho con la leyenda "Detente bala, el Sagrado Corazón de Jesús me protege" entorno a un bordado del citado órgano de Cristo. Supongo que ambos tendrán la misma efectividad frente a balas y explosivos.

sushi de anguila dijo...

Me temo que la del 'Detente...' bastante menor... :)