martes, 18 de julio de 2017

18 de julio; Tisha B'Av: "el día más triste de la historia judía"...









No sólo en España el 18 de julio es una fecha de tremenda significación histórica. Un 18 de julio  comenzó el incendio de Roma del año 64 instigado por Nerón y que permitió la modernización urbanística de la ciudad, la Florida pasó a manos de Estados Unidos en 1821, el Concilio Vaticano I decretó en 1870 la infalibilidad del Papa (ignorante Pío IX de que apenas unos meses después, tras la derrota en Sedán de Napoleón III, el protector de la independencia de los Estados Pontificios frente a las pretensiones conquistadoras del Reino de Italia, las posesiones territoriales de la Iglesia Católica quedarían reducidas apenas a la Ciudad del Vaticano), y las Filipinas se independizan de España en 1898.

Pero también tal día como hoy, del año 586 a.C., el rey babilonio Nabucodonosor II (el tan traído 'Nabucco' de Verdi) toma Jerusalén y suprime la independencia del Reino de Judá, castigando gravísimamente a sus súbditos por intentar aliarse con los fenicios y egipcios contra el soberano mesopotámico, a quien debían obediencia y tributos.

Justo 1.876 años después, el rey inglés Eduardo I 'El Zanquilargo' (el malo malísimo de la peli 'Braveheart', para entendernos), presionado por sus barones y la Iglesia de Inglaterra, emite el horrendo y cruel Edicto de Expulsión, desterrando a todos los judíos (que son cerca de 16.000 súbditos de su reino ) para antes del 2 de noviembre, apropiándose, de paso, de los préstamos y propiedades que estaban en poder de esa misma comunidad judía que, según nos relató Sir Walter Scott en 'Ivanhoe', había desempeñado un papel clave para reunir los 100. 000 marcos de plata -cinco veces el presupuesto anual de la casa real inglesa de entonces- del rescate en 1194 del rey Ricardo Corazón de León, antepasado directo del perverso Eduardo I, que así les 'agradecía' casi un siglo después el favor de que un Plantagenet siguiera ocupando el trono.

Este decreto de expulsión firmado el 18 de julio de 1290, el mismo día de la recordada toma de Jerusalén por los babilonios, será el origen de la Tisha B'Av (literalmente, 'el noveno día del mes de Av', siendo Av equivalente a nuestro julio/agosto) en el calendario hebreo, una fecha considerada "el día más triste en la historia judía", que conmemorará muchas de las calamidades del pueblo de Israel, como la expulsión de los judíos de España, decretada el 2 de agosto de 1492 por los Reyes Católicos.

Casualidad o no, lo que no se suele recordar durante las tristes conmemoraciones de esta trágica fecha para el pueblo judío es que también un 18 de julio de 1925, el entonces desconocido Adolf Hitler publicó el primer volumen de 'MEIN KAMPF/Mi lucha', escrito en la cárcel durante su mini condena por el fallido golpe de estado nazi de 1923... Casualidades... o no... de la Historia...

P.D: Un dato que me parece de lo más curioso es que el país donde actualmente es más popular el nombre babilonio de Nabucodonosor en la pila bautismal sea Brasil... la de vueltas que da la caprichosa máquina de la Historia...

2 comentarios:

Conde de Salisbury dijo...

El antisemitismo estaba ¿está? enraizado en toda Europa. Aunque los judíos fueron expulsados de Inglaterra o Francia se les acabó permitiendo volver ¿por que no pasó lo mismo en Castilla y Aragón, y la obsesión se llegó a transmitir a los descendientes de los conversos?

sushi de anguila dijo...

En Inglaterra o Francia se les permitió volver básicamente por fastidiar con 'J' al enemigo español y papista una vez que comenzó la experiencia anglicana en una y la protestante (hugonotes, jansenistas...) en la otra... sabían de lo mucho que podían aportar los judíos desde el punto de vista económico y profesional. Com descendiente de judíos conversos castellanos, ya le digo yo, señor Conde, que no fue fácil para muchos de ellos vivir permanentemente bajo sospecha a ojos de sus vecinos y de la Inquisición...