FELICIDAD

Hace un par de meses que pasé por una mala racha por las cuestiones más peregrinas que sería de lo más prolijo y aburrido explicar, y así se lo hice saber a cuantos amigos visitaban este blog, e incluso dejé constancia de ello en casa de otros destacados bitacoreros que tuvieron la gran gentileza y generosidad no sólo de ofrecerme un espacio privilegiado para poder reflejar mis pesares sino tmabién un apoyo incondicional, sincero, pródigo, desinteresado...y, sobre todo, efectivo.

Afortunadamente, hace ya bastantes días que todo aquel abatimiento hizo 'mutis' por el foro y es simplemente un capítulo más de esa saga actualizada a tiempo real que protagoniza cada ser humano diariamente en cuanto se empeña en seguir respirando y bombeando sangre a sus más o menos boyantes neuronas. Hoy proclamo a voz en grito, con todo lo que de funesto tiene para aquellos convencidos de que alardear de ser feliz sólo puede atraer a la desgracia hacia nuestras vidas del mismo modo que la miel camela a las moscardas azules, que vivo en una increíble racha de FELICIDAD, tal y como revela el kanji que abre el post, que indudablemente tiene su origen en la maravillosa gente que me rodea. Una dicha que afecta a mi trabajo, que me encanta y me satisface como nada en este mundo, a mis familiares, a mis compañeros, a mis amigos, a mis amores, a todos y todas quienes alguna vez tuvieron palabras corteses o buenos pensamientos hacia mi persona, y que encuentra en todos ellos su causa fundamental. Bien sea desde Madrid a Murcia, pasando por Viena, Puerto Lumbreras, Bullas, Churra o El Palmar.... con vuestras risas, vuestros bailes y cánticos, con vuestro apoyo y consejo, con las bodas y comuniones más divertidas y entrañables que uno pueda imaginar, siguiendo vuestras acertadas directrices y opiniones, con la carantoña de un precioso bebé o de unos traviesos pequeñajos, con esa mano tan buena que tenéis para cocinar o agitar la coctelera, con vuestras pícaras miradas hacia mis ojos o a la barriguita, y con esos pedacitos de intimidad que, de tanto en cuanto, habéis plasmado en vuestros blogs....todos habéis aportado ese imprescindible granito de arena hasta sumar los millones suficientes que, sólidamente amalgamados, me han permitido construir la gran pirámide del optimismo y la felicidad y todavía me han sobrado bloques para levantar otras dos o tres más. Viene todo esto a colación porque estas últimas semanas me he encontrado por aquí y allá con personas que se han mostrado preocupadas por lo que leyeron aquí mismo cuando el panorama pintaba más negro, y desde entonces no han vuelto a pasarse por el blog. Ante tanto interés por cómo me siento, les he contestado a todos y todas con la verdad más absoluta: mejor que nunca...y con un verano a las puertas que promete ser un auténtico torrente de maravillosas e inolvidables sensaciones. Y eso tiene sólo dos causas, que os debo a todos vosotros: la AMISTAD y el AMOR. Esos conceptos, en muchas ocasiones tan esquivos, que representan el segundo y el tercer kanji que os he puesto. Muchas gracias, de corazón.

Permitidme que celebre el júbilo que me invade estos abrasadores días con una canción tan alegre como evocadora de aquellos ingenuos y divertidos veranos adolescentes en Campoamor: 'Vincent Van Gogh' http://es.youtube.com/watch?v=-qbxLZFBT9g del locuelo de Jonathan Richman. Seguro que os contagia a todos un poco de ese buen rollito que voy desprendiendo como esporas a mi paso y os trae algunos buenos recuerdos de otras épocas no tan lejanas....