Dicen que los niños siempre vienen al mundo con un pan debajo del brazo, aunque haya veces que el proverbio se quede corto. El pasado sábado estaba convocada toda la tropa al condumio en forma de matanza que la familia de nuestro amigo Antonio Bujate ofrecía a sus familiares y amigos, como ya es tradición, en su imponente casa en tierras alicantinas. Mejor obviar la odisea que pasamos Don José María y yo hasta llegar al lugar de tan concurrido ágape. Fue girar una rotonda en el sentido contario y entrar en un submundo de seres montaraces digno de 'El laberinto del fauno' o de la saga de 'La matanza de Texas'... señora con brazo escayolado incluida in the middle of nowhere... oséase, más perdidos que Carracuca en medio de unos montes absolutamente repelaos de árboles y gente...
Afortunadamente, pronto pudimos endrezar el rumbo y acceder sin problemas al estupendo escenario donde se iba a celebrar el descuartizamiento porcino y la reconversión de sus chichas, entrañas y pieles en sabrosísimos embutidos, guisos y asaduras varias... acompañadas pr otros manjares entre los que no quisiera olvidar unas migas que entraban mejor que una espada en la garganta de un fakir... Para entonces, ya sabíamos la buena nueva... que Marina de Bujate se había puesto de parto precisamente esa mañana (seguro que Sofía no quería perderse tan suculentos condumios...) y el atribulado papá, tras recibirnos como el gran anfitrión que es, tomó las de Villadiego rumbo al hospital para estar junto a sus dos mujeres en tan sublime e irrepetible momento....
Pese a la ausencia de Mr B, todavía quedaba una buena tripulación de presa para apiolarse todos y cuantos manjares cubrían nuestra mesa, generosamente regados con jarras y jarras de cerveza y refrescos varios para los más pusilánimes y la chiquillería, que allí estaban también Cristian y Tití, los dos hijos de Brian y Ángela, pensando ya en cómo jugarán dentro de pocos meses con su nuevo 'primo', Kikito jr o Josen, que el nombre queda al gusto del consumidor y de sus progenitores. Al pelotón de mític@s se sumó un refuerzo de lujo, Kurt 'Ignacio' Rusell/'Hannibal' Lecter, llegado desde tierras almerienses para sumarse a la despedida de soltero que aguardaba al Teniente esa misma noche. También estuvo con nosotros un ratico Juan, mayor del clan de los Bujate y afortunado y feliz (como todos los allí congregados) tío de la neonata y guapísima Sofía.
Y así, entre halufos, salchichas, longanizas, lomos, sobrasadas, guiso de oreja, repostería navideña y tartas, cafeses variados, copichuelas mil, y unas buenas canciones bailoteables de fondo, trancurrió el comienzo de la tarde, que culminó con la presentación oficial en sociedad por parte de los Brown Arándiga Hammond de la nueva y flamante Uña, para solaz y alegría de todos, lo que palió en buena medida la situación de pérdida que nos había provocado el deceso de su predecesora no hace muchas fechas atrás... Así estábamos todos de contenticos posando arremolinados junto al nuevo bólido....
Como traca y remate de la jornada nos esperaba la despe del Teniente, para la que contaríamos con otros fichajes del ujo, entre los que no puedo dejar de mencionar a esa cátreda ambulante de fútbol y toros que es el gran Patonio, el legendario Juanje y un Jack Lemmon más pletórico que nunca. Pero eso, como dijo aquel maestro de maestros apellidado Kipling, ya es otra historia....
Este post va dedicado a Sofía y sus padres por la feliz noticia de su llegada al mundo, y a nuestra adorada Angie Hammond, para que mitigue, siquiera levemente, los tristes momentos que le ha tocado vivir en fechas recientes. Besicos a tod@s...